Puntos Claves de la Exobiología

10.07.2015 15:54

    Ahora, una primicia: Es la primera vez que se coloca en circulación para el mundo de los bytes un documento básico para todo aquel que quiere militar en el mundo de lo paranormal, de lo extraterrestre y de lo vinculado a lo teológico. Es importante acotar para todo investigador que se inicie en el estudio de los ovnis y sus tripulantes, que debe tener una visión holística del fenómeno o debe propender a ser una persona con conocimientos enciclopédicos (o, al menos, conocer un poco de cada área del saber): Historia, Religiones, Filosofía, Cosmología, Matemática, Física, Química, Arqueología, Biología, Psicología Sociología, Teología...Así, podrá dar con el clavo de esta compleja rama de la Ciencia que se llama la Ufología. No obstante, el siguiente artículo ufológico nos sirve para analizar esta materia desde la arista teológica y filosófica. Hasta el día de hoy nuestras religiones nos pintan a un Dios con atributos humanos y señalan tajantemente que «la salvación está fuera de nosotros». Sin embargo, la realidad es totalmente contraria a este par de afirmaciones. Justamente, los alienígenas, seres extradimensionales o los Dioses de nuestros antepasados se valen de este dúo de falsas consignas para dominarnos. Podemos adelantar al respecto, que Dios no es un ser personal, sería más bien, literalmente hablando, el Espacio Exterior (véase Concepción acerca de la Divinidad de Francisco Aniceto Lugo en  https://marango8a.webnode.com.ve/news/concepcion-acerca-de-la-divinidad-de-francisco-aniceto-lugo/

y artículo Universo Inteligente, disponible en https://marango8a.webnode.com.ve/news/universo-inteligente/): Y como el Cosmos o Dios no está muerto, todo lo que está dentro de Él está vivo y hasta cierto punto consciente: Minerales (léase también artículo La Voluntad, Líder Biológico en 

https://marango8a.webnode.com.ve/news/la-voluntad-lider-biologico/), vegetales, animales, hombres, planetas, astros, etc. Esto, lógicamente, trae cambios en nuestra cotidiana forma de pensar y de ver las cosas…  A continuación, ponemos a su disposición, el mítico artículo:      

 

Puntos Claves de la Exobiología

 

    Una de las materias más interesantes, y más apasionantes también, es la Exobiología, o ciencia que estudia la vida extraterrestre.

    Es una materia en extremo difícil, porque se necesita de un conocimiento pleno de las leyes fundamentales de la biología terrestre y, a la vez, de un pensamiento filosófico acertado que nos permita descubrir paralelismos o diferencias notables entre las condiciones biológicas propias de nuestro planeta y aquellas a que podrían dar lugar medios físicos muy diferenciados, de globos celestes de constitución física casi desconocida en la Tierra.

    Naturalmente, tenemos la tendencia a imaginar en los demás globos del espacio exterior condiciones biológicas análogas a las nuestras, y esta tendencia es precisamente lo que en muchos casos hace naufragar el juicio del investigador.

    De todas maneras, el investigador versado en las condiciones biológicas generales, más que en las especiales o específicas, tiene ventaja sobre aquellos que ignoran la materia y que no obstante tienen la audacia de hablar a diestra y siniestra, pontificalmente, de cómo debe ser la vida en tales o cuales astros.

CONDICIONES BIOLÓGICAS  TERRESTRES.

    Un argumento que desde muchos años yo vengo defendiendo públicamente, y creo que con sobrada razón y acierto, es el hecho de que si la vida es universal, la vida terrestre es necesariamente un caso particular de ella y que, de consiguiente, no puede servir de norma para apreciar o juzgar la vida en todos los astros habitados del Cosmos.

    Es, pues, un craso error creer que la vida en todos los globos celestes que, en número prácticamente infinito pueblan las inmensidades del espacio, debe ser siempre, con pocas diferencias, lo que como tal conocemos en la superficie de nuestro planeta.

    Sin embargo, algunas condiciones de la vida terrestre nos pueden servir de guía para intuir, por lo menos, las formas múltiples, los desarrollos bioquímicos innumerables que pueden tener lugar en los astros del espacio exterior, a pesar de sus muy variadas orientaciones y facetas desconocidas. Entre estas condiciones, de las cuales por lo menos hay una decena de gran importancia, deseo señalar aquí la adaptabilidad, mediante la cual los organismos se armonizan con los más diferentes cambios ambientales, aun siendo éstos, muchas veces, violentos.

IMPORTANCIA DE LA ADAPTABILIDAD.

    Al estudiar la evolución orgánica del planeta, encontramos que muchos organismos perecen por no acomodarse a nuevas situaciones físicas del ambiente: La consigna, entonces, parece ser: Renovarse o perecer.

    Numerosos organismos, en cambio, se adaptan a las nuevas situaciones físicas, no una sino muchas veces, y el resultado es que perduran haciéndose al mismo tiempo más aptos que anteriormente: No de otra manera el hombre, así como las otras criaturas que nos acompañan, incluyendo los vegetales, han progresado y pueden hoy día jactarse del triunfo en el turbulento escenario de la superficie terráquea. La costra terrestre, acompañada naturalmente de sus aguas y de su atmosfera que la complementa, ha sido teatro de tremendas revoluciones cósmicas, en ocasiones en que la Tierra ha perdido el control de sus pasos y ha sido perturbada terriblemente por catástrofes de gran amplitud y poderío.

    No obstante, la vida está allí, firme, victoriosa y desafiante.

IMPULSO MENTAL.

    Este impulso, que viene ciertamente de adentro, aunque muchas veces o por lo general no es consciente, es de carácter mental. La especie modela mentalmente los cambios que debe experimentar el organismo cuando cambios ambientales inevitables así lo exigen para la seguridad, el progreso y la supervivencia de las especies orgánicas. Y es de observar aquí que algunos estudios bioquímicos cuidadosos descubren una conducta semejante de parte de las especies químicas.

“VIDA APROTOPLÁSMICA”.

    En la Tierra estamos habituados a la vida protoplásmica. Para nosotros, la vida sin protoplasma nos parece una insensatez. Así es con muchas cosas ciertas o verdaderas a las cuales no estamos acostumbrados. Unos tres años de estudio, a partir del inicio del examen de los platillos voladores de parte de muchos investigadores, sólo yo había tocado este punto, habiendo expresado la tesis de que bien podría ocurrir que hubiese vida aprotoplásmica en otros mundos. Me conducía a este punto de vista el hecho de que, contra lo que generalmente creen los hombres de ciencia tradicionales, la naturaleza no dispone nunca de un solo medio para cualquiera de sus realizaciones trascendentales, sino de por lo menos unos cuantos. Así, vemos, por ejemplo, que cuando se presentó por primera vez la teoría del origen de las especies, Darwin presentó una explicación, la Marck otra y De Vri otra, cada una de ellas con carácter exclusivo. La polémica fue enorme sobre este caso en los círculos científicos, y solamente en los últimos tiempos unos pocos expertos heterodoxos han reconocido que estos tres importantísimos factores obran de consumo, como elementos capitales, en la evolución de las especies orgánicas.

    Entonces, estos factores, u otros quizás bastante diferentes, podrían actuar en medios biológicos muy diferenciados del nuestro, en globos celestes de la más diversa naturaleza.

LA UNIDAD ES LO ESENCIAL.

    En la Tierra solemos diferenciar mucho las cosas que nosotros llamamos animadas de las que denominamos inanimadas. Esta diferenciación, sin embargo, no tiene mucha justificación, porque cuando señalamos los caracteres que consideramos distintivos y exclusivos de la vida que asignamos a los organismos, tras un estudio profundo de la cuestión nos encontramos con que estas cualidades son también atributos, y muy significativos, de innumerables seres inorgánicos.

DIFICULTADES DEL PROBLEMA.

    ¿Una vida aprotoplásmica? Sí, una vida sin protoplasma. ¿Por qué no? Ciertamente que para nosotros es muy difícil concebirla, sobre todo si somos pobres de imaginación, pero puede ser una realidad en los globos de los espacios interestelares, porque la naturaleza, la prodigiosa Madre Naturaleza, es sumamente recursiva y dispone de elementos insospechados para sus maravillosas creaciones. Por otra parte, la bioquímica señala rutas por donde los desarrollos químicos pueden llevar a término creaciones vitales de muy diversa índole.

OBSERVEMOS BIEN NUESTRO PLANETA.

    En nuestro propio planeta podemos encontrar, sin mucho trabajo, aunque con un poco de estudio y aplicación, elementos suficientes para reconocer el carácter universal de la vida, no en el sentido de que esté en todas partes solamente, sino en el de que, prácticamente, todo está vivo en el universo.

    Algunos sabios comienzan ya a decirnos que el universo es biógeno, es decir, que produce la vida. Más, en realidad, el universo todo está vivo, es viviente.

    Por supuesto, se trata de diferentes modos de vida: De la vida de los animales, de la vida de las plantas y (¿por qué no?) de ¡la vida de las piedras!

    Refiriéndome por ahora únicamente a las plantas, ¿qué de cosas hemos descubierto los investigadores heterodoxos con respecto a ellas de suma importancia? Las cosas han adelantado tanto en este punto que hemos encontrado en ellas no solamente inteligencia, sino también acopio de conocimientos y hasta habilidades parapsicológicas. No obstante, estos estudios duermen el sueño letal de la indiferencia colectiva, y los adelantos que nos brindan no han traspasado aún el umbral de las Universidades.

Escrito por Francisco Aniceto Lugo y publicado por la revista venezolana Cábala (número 46), el 29 Enero de 1.981, en las páginas 62 a 63 de la Sección Tribuna Extraterrestre.

 

NOTA ÚNICA: Si se desea profundizar en esta materia recomendamos la lectura de los libros El Hombre ante el Universo y Humanoides en la Tierra.