PRIMERA ENTREVISTA DE LA REVISTA CÁBALA A FRANCISCO ANICETO LUGO

15.08.2020 09:26

Primera Entrevista de Cábala a Francisco Aniceto Lugo.pdf (843466)«A la luz de una concepción netamente científica, ajena por completo a prejuicios religiosos, místicos o sectarios en cualquier forma, creo con estas bases haber abierto a la Ciencia, modestamente, nuevos horizontes límites para la investigación» (palabras de Francisco Aniceto Lugo respecto de su trabajo de investigación sobre la naturaleza del Universo y su mecanismo de funcionamiento, aparecidas en la página 49 de la revista Mundo Desconocido, No 72, editada  por MUNDO DESCONOCIDO, parte 4 del artículo La Creación Mental, de Junio de 1.982,  impreso en España).

            En nuestra concepción, Francisco Aniceto Lugo fue el mejor escritor venezolano de la pasada centuria, siendo el Ufólogo más completo del Mundo. También se destacó como Filósofo, Ingeniero y hasta Cosmólogo (formuló la teoría del espacio-substancial); una de las grandes mentes del referido siglo XX, inobjetablemente, un baluarte hispanoamericano. Por esta y otras razones les mostramos este material bibliográfico sobre él.   

PRIMERA ENTREVISTA DE LA REVISTA CÁBALA A FRANCISCO ANICETO LUGO

            En esta ocasión, mostramos a nuestro público de la autopista de la red digital, unas crónicas realizadas sobre Aniceto Lugo, las cuales fueron en su momento noticia de primicia nacional. No hay duda de ello, se constituyeron en declaraciones de capital relevancia. De hecho, la nota informativa fue promocionada en la misma portada de la revista venezolana Cábala, como pueden apreciar:

Carátula de la revista Cábala Nº 19 (Noviembre 1.978) donde se anuncia las declaraciones de Lugo a la publicación mensual, en alusión, seguramente, a su obra Las Civilizaciones Ignoradas, impresa en aquel año.

 

    Tiempo después, la propia publicación cabalista hizo un recuento de sus números bajo el título “El Mundo Esotérico de Cábala” (Nº 25, correspondiente a Mayo de 1.979), donde hacía una sinopsis de cada presentación, desde su revista número 1 hasta la número 24. Precisamente, allí se publicitaba (en la página 38) la entrevista a Lugo.  

    Y ahora, el desarrollo de la misma:

 

Los Mundos Ignorados del Doctor Francisco Aniceto Lugo

 

    Nuestro aferrado concretismo, aborta un desesperado culto por la ciencia y por el carácter absolutista que se le ha dado a sus fundamentos. Todo lo que los científicos no logren explicar se declara inexistente y tabú, creándose entre los hombre sabios una rivalidad sordomuda que no permite ni aceptar ni publicar los conocimientos de lo que para la mayoría es desconocido.

    El proceso científico consiste en un interminable rectificar de errores. Cada descubrimiento abre un horizonte ilimitado de preguntas sin respuestas que demuestran que cada día es mayor nuestra ignorancia. Sólo resulta válido lo que la ciencia explica y, los tabúes respecto a lo inexplicable nos agobian hasta el punto que forjamos un gran número de supersticiones, a manera de leyes informales de lo desconocido.

    Es por eso que en busca de esa verdad escondida en la frontera de lo real y lo desconocido, nos encontramos con personajes interesantes que se han perpetuado como los científicos de lo inexplicable.

    Tiene ochenta y cuatro años de edad, y pasó más de la mitad de su vida consagrado al estudio de las civilizaciones desaparecidas e ignoradas. Autor de veinte libros, Periodista, Traductor, Ingeniero Eléctrico y Electrónico, Dr. en Filosofía y Psicología, Educado, Miembro de la Sociedad Venezolana de Derecho Aeronáutico Espacial (condecorado con la Orden al Mérito en su Primera Clase por sus publicaciones científicas), Miembro de la Real Sociedad Astronómica de Canadá, Miembro Distinguido de la Asociación para el Adelanto de la Ciencia, Miembro de la Sociedad Astronómica del Pacífico, de Francia y muchas otras sociedades científicas del mundo, este fantástico Parapsicólogo nos abrió las puertas secretas de su universo erudito.

    El Dr. Aniceto Lugo afirma, basado en sus investigaciones, que para legar a nuestra era actual han desaparecido tres civilizaciones anteriores que fueron llamadas Lemuria o Mu, Antartidia y la Atlántida.
    Manifiesta luego sin esfuerzo alguno de memoria, que existen vestigios muy notables en la meseta de Marcahuasi, testificada por una serie de colinas pétreas talladas por gigantes que fueron parte de una de las tantas ramificaciones de la raza lemuriana por el Continente. Como también existen allí ruinas de una fortaleza construida por ellos para defenderse de sus enemigos, al igual que una serie de canales para el regadío de la comarca, de los cuales uno está funcionando todavía. Esos son testimonios innegables de la existencia de esa civilización desaparecida que se llamó Lemuria, y que advino a la Tierra cuando por un fenómeno pirogénico surgió en el Océano Pacifico, el “Primer Continente”. Esta raza lemúrica vino del espacio exterior y estaba compuesta por seres humanos gigantescos que posiblemente (aunque no hay pruebas de ello) hayan construido las pirámides de Egipto, ya que se han encontrado tablillas escritas en símbolos misteriosos en La India, México y América del Sur.

¿ATLANTE?

Figurillas que simbolizan a los enigmáticos habitantes que habrían existido hace cerca de 10.000 años, en manos de su esposa.

 

    Existen seres vivientes bajo tierra, en el mar y la atmosfera; se ha descubierto una base extraterrestre en el Estado Lara; la Antartidia, Lemuria, todavía nos envían sus mensajes; ¿desaparecerá nuestra atribulada civilización? El conocido investigador venezolano, doctor Francisco Aniceto Lugo, pone sobre el tapete los grandes secretos de todos los tiempos, en primicia exclusiva para el país.

DR. FRANCISCO ANICETO LUGO

Largos años de estudio sobre estos fenómenos han profundizado sus rasgos.

 

 

    En ese entonces se les dio el nombre de dioses a los extraterrestres y de ángeles a los astronautas, y se les llamó así porque eran seres superiores, con un nivel de conducta moral intachable, de ilustración, porque eran los maestros, aunque no eran seres omnipotentes.

    Señala el parapsicólogo Aniceto Lugo: –Antartidia fue una civilización que está siendo estudiada por los norteamericanos y sabios del mundo entero, ya que especialistas de todos los campos del saber humano están dedicados a develar los secretos de esta cultura desconocida

    Y después dice: –las investigaciones realizadas hasta ahora confirman que esta civilización era inferior a la de los gigantes lumurios, pero muy superior a la nuestra, porque para poseer los conocimientos de los mapas que ellos tenían era necesario conocer aeronáutica, matemáticas, física y astronomía, buques rompehielos para poder haber llegado a imprimir en los mapas con entera exactitud la configuración de la Tierra, como lo hicieron ellos. Tomaron en cuenta hasta las coordenadas habitadas por el hombre en esa época…

    –Tal vez en Venezuela hayan estado estos extraterrestres, pero no se ha podido demostrar. Tal vez cuando uno de nuestros grandes ríos se seque o cambie de curso, se encontrarán estos vestigios, porque existen pruebas inequívocas de la influencia de esa vasta civilización entre nosotros, aunque se encuentren estas pruebas bajo tierra. Pero si se estudian las lenguas que hablan los indios de nuestro país podremos demostrar que su origen se remonta a mucho más allá del de los otros pueblos del mundo. Eso demostrará que sí han existido grandes civilizaciones en nuestro país y que tal vez pudieron haber sido muy superiores hasta las ahora nombradas– nos dice con profundidad, a pesar del avance de su ceguera debido a su avanzada edad.

 

    –¿Qué nos puede decir sobre la mítica Atlántida?– le preguntamos.

    –Parece paradójico que se conozcan más antecedentes de Lemuria y Antartidia que de la Atlántida, siendo ésta la última civilización antes de la actual. Pero esto se debe a que fenómenos telúricos constantes han sumergido mucho más en el subsuelo del mar, cualquier vestigio que pudiera haber quedado luego de la gran catástrofe que destruyó a la Atlántida, –dice el doctor Aniceto Lugo.

    –La presencia de dos astros intrusos cerca de nuestro planeta para los tiempos de la Atlántida, dieron lugar a diversas manifestaciones de carácter sísmico, que bien puedo hacer volar al continente de la Atlántida esparciendo sus cimientos por todo el orbe.

    –Platón, Solón y Critias se hicieron eco en la vieja historia de la Atlántida, y ella misma nos dice que después de la inmersión del Continente Atlántico, se formó en el sitio que ocupaba y en lasa guas que lo rodeaban un verdadero mar de lodo. Entonces, nada de extraño tiene que después de tantas guerras y otros desastres de la humanidad se haya perdido todo el contacto posible con esta civilización, y por ende, entre los Hemisferios Oriental y Occidental, ya que el paso quedó cerrado impidiendo el paso de buques. Teoría ésta comprobada por los sondeos del “Challenger” que encontró todo el caballete oceánico cubierto por residuos volcánicos, –prosigue–.

UNA EGREGORA

Su esposa y la secretaria escuchan con atención los testimonios de uno de los grandes sabios metafísicos de Venezuela. 

 

    –La Historia registra a través de hombres como Heródoto y Diodoro de Sicilia, la existencia de unas colinas de sal en las montañas de Atlas (Columnas de Hércules), que llevan el nombre de los habitantes de la región: “atlantes”. Y que las Amazonas, el primer país que trataron de invadir, fue el de los atlantes.

    –Esto último agrega Diodoro «fue entre los hombres más civilizados, entre los habitantes de aquellas regiones, que vivían en una nación próspera y poseían grandes ciudades, donde se dice que la mitología griega (para ellos verdad sagrada) sitúa el nacimiento (la aparición) de los dioses: La región que queda a lo largo de la costa oceánica».

    La Atlántida, como las otras dos civilizaciones (Lemuria y Antartidia) desparecieron por grandes catástrofes de origen pirogénico. De estas horribles supertragedias ha sido víctima la Tierra en varias ocasiones, habiendo producido cada una de ellas la ruina de la cultura, la civilización y casi la total extinción de la humanidad, no habiendo quedando sino un corto número de sobrevivientes completamente aislados, por lo que, invariablemente, los colosales estragos causados por estos acontecimientos cósmicos se han borrado de la memoria de los hombres, habiendo sido necesario rastrearlos muchos siglos después, con el desarrollo de nuevos adelantos (no igualados con los desaparecidos) tras penosas investigaciones científicas, aunque con suficiente claridad para que la luz resplandezca. ¿Qué le aguarda a nuestra civilización? ¿Desapareceremos en la misma forma? ¿Estamos enfrentando el Gran Final? ¿Tendrá la Geofísica la respuesta?

    Al ser preguntado sobre la existencia de OVNIS en Venezuela, el doctor Lugo responde: –En la región de Duaca, Estado Lara, hay una gran afluencia de apariciones de platillos voladores que tienen alerta a los habitantes, y se supone que la base está allí mismo.

    –Estudios prácticos realizados por jóvenes exobiológicos, hacen presumir que se han instalado allí, porque esas montañas son muy apropiadas para ocultarse, y existen caseríos muy pequeños donde los extraterrestres se esconden ya que buscan sitios desahitados para instalarse. Estos estudios están siendo realizados bajo la dirección del joven ovnílogo Francisco D´Amico; pero todavía no han podido determinar el sitio exacto, y hasta que no lo encuentren no pueden dar ningún informe, ya que están trabajando con la seriedad del caso. Pero lo más seguro es que exista una base allí en Duaca, por la gran afluencia de platos voladores, –nos revela por fin–.


    Con respecto al espiritismo, dice el estudioso: –Naturalmente que los fenómenos que se presentan en el espiritismo son muy notables y dignos de atención científica que se ha liberado ya en diversos países adelantados del mundo. Pero lamentablemente del espiritismo se ha hecho una especie de religión, y es natural admitir dogmas pero que hacen que el estudio de estos fenómenos se distorsione, porque uno siempre procura creer lo que desea que sea. Pero hay institutos y sociedades que desde un punto de vista independiente estudian el espiritismo. Ciertamente que nosotros tenemos un doble, como lo sostenían los egipcios, y éste sigue viviendo cuando uno muere, porque se desprende de la materia y va a otra dimensión. La vida es un tránsito, nada más.


 

–Hasta ahora nadie ha dicho nada de otros seres que viven con nosotros,  –continúa el Dr. Aniceto Lugo–. Y estos seres viven aquí: Unos debajo de la tierra, otros en la atmosfera, pero de los únicos que se habla es de los extraterrestres.

 

 

    –De los “atmoterrestres” se tiene testimonio a través de la multitud de cosas que caen desde arriba, tales como sangre, parte de cuero cabelludo y las detonaciones que hemos oído a través de los siglos. Eso nos está diciendo que esos seres tienen una pelea allá arriba y que por eso caen esas partículas de sus cuerpos. Además, hay constancia de que tres de esos seres se presentaron al gran físico y matemático Cavendis, al que le dijeron que eran seres de la atmósfera. Por eso yo los llamo “atmoterrestres”.

    Al preguntársele sobre el término de  “endoterrestres”, añade: –Son seres que viven en el interior de la tierra. En la Biblia dice que Jesús bajó al infierno a predicar, y está claro que infierno quiere decir la parte interior de la tierra. Por eso, Cristo fue a dialogar con los seres que viven allí. Hay constancia de un relato de un minero que estaba cavando a gran profundidad, cuando de repente se apareció un ser extraño. En otra ocasión se tuvo conocimiento de los famosos Niños Verdes de España, que salieron de una cueva atraídos por un remolino… estos eran iguales que nosotros a diferencia del color verde de su piel.

    –Son seres que viven en las profundidades del mar, y que los hombres hemos bautizado como monstruos marinos. Tienen diferentes tamaños y hasta los hay de la medida de un hombre terrestre. Como Ud. ve, existen una gran cantidad  de seres desconocidos por el hombre que viven en el mar, en la atmósfera, en el interior de la tierra y en otros mundos del espacio, –dice para concluir–, con el asombro reflejado en nuestros rostros.

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